La gravedad al mantenernos sujetos a la tierra, no simplemente nos hala de los pies y listo, sino que de manera más o menos uniforme hala cada una de las partículas que compone nuestro cuerpo. Esta no uniformidad se debe a que el flujo de campo gravitacional que entra a nuestro cuerpo no es exactamente el mismo que sale. Esto es como si existiese una fuerza neta aplicada sobre nuestra cabeza comprimiendo nuestro cuerpo. A medida que nos alejamos, la diferencia entre el flujo de campo que entra y el que sale es menor, luego esta "fuerza de compresión" también disminuye. Esto traduce en que nuestro sistema ósea se expande un poco (¡somos un poco más altos cuando hay menor gravedad!). Existen también efectos sobre el flujo sanguíneo en el torrente.